El cáncer de próstata puede ser curable en la fase temprana o controlable en un estado más avanzado. Sin embargo, es un padecimiento que avanza silenciosamente por lo que un diagnóstico tardío dificulta su control o incluso, deriva en la muerte advirtió el doctor Óscar Castro Guevara, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 38 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis, Río Colorado, Sonora.
Explicó que debido a que el cáncer prostático depende de la testosterona para su evolución, cuando se realiza una detección temprana se puede curar a través de una intervención quirúrgica o tratamiento adecuado.
Un buen control del padecimiento, aunado a una reacción oportuna y buena respuesta al procedimiento, son consecuencias de la realización de todos los estudios clínicos necesarios y la correcta aplicación de un diagnóstico.
Destacó que lamentablemente el cáncer de próstata es un padecimiento con una alta incidencia que se debe a la poca cultura que existe en el sector masculino para acudir al médico para solicitar la práctica de estudios de antígeno prostático, revisión que se debe hacer de manera anual después de los 45 años de edad.
Señaló que la idiosincrasia del mexicano ve como un tabú las revisiones para su detección, ya que muchos hombres evitan acudir con un urólogo por temor al tacto rectal y desconocen que un estudio sanguíneo del antígeno prostático es mucho más eficaz, ya que los altos índices de esta proteína se relacionan al padecimiento de cáncer de próstata.
Finalmente, Castro Guevara invitó a los varones mayores de 50 años a realizarse una revisión, más aun cuando hay antecedentes familiares de la enfermedad; sin embargo, explicó que cuando orinan con mucha frecuencia, en chorro débil o con sangre, es vital acudir al
