La leche materna es el mejor alimento para el recién nacido y se le debe proporcionar por lo menos durante los primeros seis meses debido a que aporta los nutrientes necesarios para el crecimiento, además de que cuenta con una serie de sustancias químicas que ayudan a mejorar el proceso digestivo y a prevenir procesos infecciosos.
La doctora Carolina de la Paz Reyes, pedíatra y especialista en nutrición del Hospital de Gineco Obstetricia (HGO) número 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, explicó que por desgracia, un número considerable de mujeres dejan de lactar a sus bebés antes de este período para sustituir su alimentación natural con fórmulas lácteas artificiales debido a su fácil manejo y preparación.
Sin embargo, advirtió, el consumo prolongado de estos productos puede producir en el recién nacido alergias respiratorias y a diferentes alimentos, entre ellas a la proteína de la leche de vaca.
Indicó que amamantar ofrece además ventajas que van más allá de la nutrición. Por ejemplo, dijo, la madre que da pecho a su hijo desde el nacimiento crea un vínculo afectivo y emocional con el bebé, mismo que permite lapsos de sueño más prolongados y en consecuencia, de descanso para ella.
Este método natural de lactancia, está al alcance de todas las mujeres, ya que el contacto con su bebé provoca un estímulo sensorial para las hormonas productores de leche, que son la prolactina y oxitocina.
Recordó que las madres que dan a luz en los hospitales del Instituto cuentan con la asesoría de personal calificado que les enseña las técnicas y pasos correctos para alimentar a sus bebés. Este punto es importante, agregó, ya que en ocasiones por dolor en los pechos o cólicos en los recién nacidos, se decide abandonar la lactancia materna.
También se les informa sobre las alternativas para continuar con esta práctica aun cuando se tenga alguna enfermedad o contratiempo. Para aquellas que trabajan, dijo, se les capacita sobre la extracción manual de la leche, su almacenamiento y manejo para el consumo del recién nacido.
De la Paz Reyes destacó la importancia de que las madres continúen acudiendo al médico después del parto para monitorear su estado de salud y apoyarlas con tratamientos a base de hierro, calcio y ácido fólico.
Reiteró que antes de suspender el pecho a sus hijos, es necesario recordar que al hacerlo de manera prematura, antes de los seis meses, pueden aumentar los riesgos de enfermedades digestivas y respiratorias. Lo ideal es amamantarlos hasta los 12 meses de edad.
