El insomnio afecta aproximadamente a 40 por ciento de la población mayor a los 65 años de edad debido a que con el paso del tiempo, el ciclo vigilia-sueño sufre alteraciones.
El doctor Luis Fernando Martínez Angulo, jefe de consulta del Hospital de Gineco Obstetricia (HGO) número 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, explicó que las siestas diurnas son frecuentes debido a la inactividad, por lo que al dormir durante el día, por la noche ya no tienen sueño; en ese sentido, lo ideal es que duerman al menos cinco u ocho horas cada noche para alcanzar un buen descanso.
También, agregó, influyen las molestias derivadas de enfermedades crónicas degenerativas como diabetes e hipertensión, así como afectaciones pulmonares, cardíacas, gastrointestinales, dolor de articulaciones y mal de Parkinson, entre otras.
Indicó que las micciones nocturnas influyen en el descanso nocturno, ya que se calcula aproximadamente 70% de personas mayores se levantan a orinar en más de una ocasión y al regresar a la cama, tienen dificultad para conciliar el sueño nuevamente.
“La ingesta de medicamentos para controlar ciertos padecimientos también juega un papel importante en el descanso del adulto mayor, dado que entre sus efectos secundarios pueden provocar insomnio o bien somnolencia durante el día”.
Martínez Angulo recomendó a las personas de la tercera edad que se encuentren sin ocupaciones laborales o de otra índole, evitar el sedentarismo realizando actividades como una caminata diaria para que el cuerpo tenga cierto desgaste de energía y no la acumule por la noche.
Igualmente aconsejó evitar la ingesta de cafeína y alcohol, así como refrescos de cola, reiteró la importancia de no tomar siestas durante el día sobre todo si se padece de insomnio, concluyendo que para dormir mejor es necesario más ejercicio y menos productos estimulantes.