miércoles, abril 24, 2024
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PROTEGE UABC PROPIEDAD INTELECTUAL DE LOS CIMARRONES

Brindar protección intelectual a los quehaceres académicos y de investigación es una de las tareas que ha emprendido de manera puntual la gestión rectoral encabezada por el doctor Daniel Octavio Valdez Delgadillo. De esta manera, se preservará el conocimiento generado por los integrantes de la comunidad universitaria y al mismo tiempo se puede potencializar su valor a través de la transferencia de tecnología y conocimiento.

La protección se brinda a través de las figuras jurídicas, es decir, todo lo que se materializa a través de la investigación, resultados de proyectos y programas o actividades que se realizan en la UABC, los cuales pueden encontrar protección mediante derechos de autor, propiedad industrial o variedades vegetales. Actualmente la universidad cuenta con más de 250 derechos de autor y 15 patentes; además hay 32 solicitudes de invención en trámite, entre patentes, modelos de utilidad y diseños industriales.

El titular de la Coordinación General de Investigación y Posgrado, doctor Juan Guillermo Vaca Rodríguez, manifestó que estas figuras jurídicas representan una fuente potencial de recursos económicos con los que se pueden financiar y solventar muchas de las actividades sustantivas de la universidad. Señaló que ya tienen identificadas algunas patentes con potencial para hacer transferencias en el corto, mediano y largo plazo, o que pudieran generar nuevas empresas que podrían satisfacer una necesidad social y/o mejorar ciertos procesos en la industria.

“Esperamos también que los estudiantes sean emprendedores y que la universidad se beneficie directa o indirectamente por estos recursos. Con los recursos generados a través de la investigación aplicada se puede solventar la investigación básica y generar un círculo virtuoso en la investigación a nivel institucional”, explicó el coordinador general.

Expuso que se está impulsando la capacitación en los académicos sobre la propiedad intelectual y se ha concientizado en los directores respecto a la importancia de visualizar todos los proyectos que tienen potencial de material protegido, “se está dando mucho énfasis en esta gestión rectoral, y también se está cosechando de la administración anterior”. 

El coordinador general indicó que, si bien hay universidades en México que cuentan con mayor número de patentes, la UABC ha crecido mucho más rápido en este sentido. Destacó que la universidad cuenta con un Reglamento de la Propiedad Intelectual, lo que le da un mayor sustento jurídico y actualmente es miembro de la Red de Oficinas de Transferencia de Tecnología, lo que fortalecerá la transmisión de los conocimientos. “Espero que en un futuro cercano nos posicionemos entre las mejores universidades en este ámbito”, expresó. 

Es a través del Departamento de Propiedad Intelectual y Transferencia, a cargo de la licenciada Aide Ginera Aparicio, donde se realizan las gestiones necesarias para proteger el conocimiento generado por los cimarrones. La jefa de esta dependencia comentó que la propiedad intelectual se divide en tres áreas: la propiedad industrial, los derechos de autor y las variedades vegetales. 

Expuso que se resguardan: los aspectos técnicos novedosos que pueden conferir actividad inventiva a un producto o proceso; la estética u ornamentación en figuras de dos o tres dimensiones; el nombre o imagen para un producto como signo distintivo; con la reforma a la ley, ahora también de aquello que se pueda percibir por los sentidos; los secretos industriales a través de herramientas de confidencialidad; otras figuras son las indicaciones geográficas o denominaciones de origen de un producto donde la Universidad puede fungir como aliada estratégica del Estado o grupos de productores; obras de distintos tipos, como las literarias o programas de cómputo, así como la modificación de caracteres pertinentes en las plantas.

“El trabajo que se hace en la institución es tan vasto y diferente, que siempre se impregna de originalidad”, mencionó la licenciada Ginera Aparicio. Detalló que se les da el acompañamiento necesario a los investigadores ya que las figuras de invención son complejas porque se requiere una redacción particular y se debe hacer una evaluación de los aspectos técnicos, los cuales se revisan respecto a lo que existe en todo el mundo para determinar su novedad y potencial de innovación. 

Explicó que utilizar las herramientas de propiedad intelectual y entender cómo funciona el proceso de transferencia, beneficia a los estudiantes, académicos e investigadores. “Extendemos la invitación para que todos puedan ser partícipes tanto del aprendizaje de estas figuras jurídicas, de su aplicación en el quehacer universitario y sobre todo, que puedan acercarse y tener la confianza de hacernos parte de su trabajo, que estamos para atenderlos”, puntualizó. 

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