Ciudad de México, a 24 de noviembre de 2022.- La falta de insumos para el aseo e higiene personal, aspectos de maternidad y lactancia de las mujeres internadas en los centros penitenciarios, representa un tema ignorado por este gobierno, de ahí la importancia de presentar un dictamen que obliga al estado a proporcionarlos, explicó la Diputada Federal, Lizbeth Mata Lozano.
Con el interés de que se protejan los derechos de todas las mujeres y a nombre de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, en la sesión ordinaria dio lectura a este dictamen, pues para nadie es un secreto que en México los centros penitenciarios no tienen la más mínima garantía de derechos humanos, pues incluso su capacidad es superada por la cantidad de personas recluidas en celdas y condiciones deplorables.
Destacó que esas condiciones inhumanas también la sufren los hijos de mujeres recluidas en las prisiones mexicanas, ya que existen mujeres que tienen la posibilidad de tener a sus hijos con ellas mientras cumplen su condena.
La legisladora ponderó que la violencia contra las mujeres es un tema muy delicado que aqueja a todo el país, y en las prisiones las mujeres no están exentas de sufrir violencia de todo tipo, como es abuso psicológico, abuso sexual, violencia física, entre otros.
Señaló que ante esto, no existen disposiciones normativas que regulen o protejan a estas familias que viven en los centros penitenciarios, a pesar de que estas poblaciones son bastante considerables y deberían ser tomadas en cuenta.
Como datos adicionales, señaló que de conformidad al último censo realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2021, a nivel nacional se registraron 293 mujeres en centros penitenciarios privadas de la libertad, las cuales estaban embarazadas y/o en periodo de lactancia, y otras 339 mujeres que tuvieron consigo dentro de los centros penitenciarios a sus hijos e hijas menores de 6 años.
En el mismo estudio, se reportaron 344 personas menores de 6 años que permanecieron internados con sus madres en centros penitenciarios, de los cuales el 45.3% fueron niños y 54.7% fueron niñas, afirmó.
Asimismo, se reportaron 4868 quejas a nivel nacional, dentro de los centros penitenciarios, abarcando el mayor número de quejas la atención médica y psicológica.
Con estos antecedentes, dijo, debe prestarse mayor atención a los centros penitenciarios, en particular a las mujeres que los habitan, ya que existen ciertos aspectos fisiológicos que requieren de atención especializada. Como es el caso de mujeres embarazadas, las madres que tienen a sus hijos menores de 6 años con ellas dentro del centro, o incluso la menstruación que puede ocasionar ciertos malestares.
Es por ello que en la Comisión de Justicia se aprobó este dictamen, con la intención de otorgar derechos mínimos indispensables para mujeres reclusas de centros penitenciarios en México, derechos que les permitan a ellas y a sus familias contar con las herramientas necesarias para vivir lo más digno posible dentro de los reclusorios del país.
Mediante este Dictamen, expuso, se reconoce la perspectiva de género como eje rector de la política penitenciaria; así como garantizar el acceso de las mujeres en reclusión de diversos bienes y servicios que beneficien su acceso a la salud.
Entre los beneficios que se proponen, son garantizar los suministros de gestión menstrual y las vacunas como elementos que deben ofrecerse en los Centros Penitenciarios; que las autoridades o quienes trabajen en los centro penitenciarios sean capacitadas en materia de igualdad sustantiva, perspectiva de género y acceso de las mujeres a una vida libre de violencia; también el reconocer la posibilidad de contar con espacios físicos destinados a la maternidad y a la lactancia; entre otros aspectos que pretenden beneficiar a las mujeres reclusas de centros penitenciarios, que aunque se encuentren privadas de la libertad por haber cometido un delito, siguen siendo personas, mujeres y seres humanos a quienes darles una atención oportuna y de calidad.
Además, hay que recordar que muchas de las mujeres reclusas aún se les consideran como inocentes, mientras no tengan una sentencia firme, pues pasan el proceso judicial en prisión.
Estas reformas son totalmente benéficas para las mujeres y niños que se encuentran en centros penitenciarios y para todos los mexicanos, porque colaboran a una mejor reinserción ante la sociedad, concluyó.